lunes, 6 de diciembre de 2010

Miénteme por favor


Como a la mayoría de la gente me enseñaron que la verdad es buena y la mentira es mala.

Ayer en una conversación, me dijeron que la mentira no es siempre mala y estoy totalmente de acuerdo con eso. Puntualizo. La mentira no es siempre mala cuando la usamos "piadosamente", es decir, cuando usamos las conocidas mentiras piadosas para no dañar a otras personas en temas no muy trascendentales (en principio). Ahí se comienza a relativizar un poco el asunto, porque a lo que uno le puede parecer una mentira piadosa, a otro le puede parecer una mentira "de las gordas".

Con la mentira están las cosas más claras, pero ¿qué pasa con la verdad?.Pasa que la verdad duele e incomoda... lo que en teoría era tan bueno, en la práctica no lo es tanto. Y ¿qué opciones nos quedan? pues si la verdad incomoda, se recurre a la mentira (mentiras piadosas), o a la simple omisión de la verdad.

Pues bien, las mentiras piadosas no son malas, pero bajo mi punto de vista la verdad siempre es mejor. Sinceramente, si me dan a elegir entre una mentira piadosa, para protegerme o hacerme las cosas más llevaderas, y la verdad ,cruda y despiadada; elijo la verdad.
¿Por qué? Por una cuestión de tiempo y realidad.
Realidad porque las mentiras, piadosas o no, te alejan de ella. Tiempo, porque la vida es corta, y para ¿qué andarse con rodeos y falsedades, cuando una verdad directa y bien dicha nos puede ahorrar días, meses y hasta años? o ¿es mejor estar pensando, viviendo y sintiendo algo que creemos cierto y que no lo es en realidad? ¿por qué se decide ocultar la verdad hasta que ésta surja de una forma ajena a nosotros?
Se me ocurren tantas explicaciones: cobardía, miedo, timidez, inseguridad...pero en general, falta de fortaleza por asumir la realidad.

Reconozco que soy una defensora de las "verdades como puños" pero también una usuaria ocasional de las mentiras piadosas por una cuestión de supervivencia en mi relación con el resto de seres humanos. Las mentiras hacen que este mundo y la vida que nos toca vivir en él sea más fácil y llevadera.

Así que creo que ya no podemos hablar de la verdad y la mentira como lo bueno y lo malo, sino de la verdad entendida como una opción y la mentira como una necesidad.

Antxoa+Pepinillo



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